Mi historia

"Aquí no se heredan tierras. Se hereda amor por ellas."

Me llamo Juan Carlos Fernández García.
Tengo 32 años, vivo en Mancha Real, Jaén, y soy padre de dos pequeños terremotos que, si todo va bien, serán la sexta generación en cuidar estos olivos.

En mi familia, la tierra no es solo tierra. Es legado.
Mi tatarabuelo ya cultivaba olivos, y antes de él… bueno, la historia se pierde entre las raíces de estos árboles centenarios.

🌿 Creciendo Entre Olivos

Mis mejores recuerdos de infancia no son en parques ni en plazas.
Son entre olivos, con el aroma a tierra mojada y las manos manchadas de aceituna.

Mi padre y mi abuelo me enseñaron que el campo no entiende de horarios ni de festivos. Que hay que estar cuando el olivo te necesita, y que cada rama tiene su propio carácter.

En la escuela, mientras otros dibujaban casas o coches, yo dibujaba tractores cargados de aceitunas. Y no era casualidad.

A los 16 años, terminé el instituto y lo tuve claro:
No quería oficinas, ni trajes.
Quería tierra en las botas y aceite en las manos.

Aprendí técnicas de olivicultura, sí.
Pero los mejores consejos me los dio mi abuelo Juan, un hombre incansable y el más trabajador que he conocido. Nació un 1 de mayo, Día del Trabajador en España, y no podía haber mejor fecha. Vivió y murió con las manos en la tierra.

🫒 ¿Qué hace diferente nuestro aceite?

No se trata solo de máquinas, técnicas o números.
Se trata de amor por la tierra, de cuidar cada olivo como si fuera parte de la familia.

Usamos tecnología, claro.
Pero si hay que podar a mano, se poda.
Si un olivo pide agua antes de tiempo, se le da.
Aquí no hay prisa. Porque lo bueno no se hace corriendo.

Cada gota de nuestro Aceite de Oliva Virgen Extra lleva siglos de historia. Y sí, se nota.

💚 Más Que Un Trabajo. Es Un Legado.

Podría arrancar estos olivos centenarios y poner cultivos intensivos que produzcan más.
Muchos lo hacen.
Pero no sería lo mismo.

Estos olivos son historia viva.
Han visto generaciones pasar. Han aguantado sequías, tormentas y aún siguen aquí, fuertes.

Mi misión es simple:
Cuidar de ellos y dejarles el campo listo a mis hijos.
Igual que hicieron mi padre, mi abuelo y mi tatarabuelo.

¿Por Qué Este Aceite?

Porque cuando mojas pan en él, notas la diferencia.
Porque cada gota lleva detrás una historia de pasión, sacrificio y respeto por la tierra.
Porque aquí no vendemos aceite. Vendemos tradición embotellada.

"La agricultura es la profesión propia del sabio, la más adecuada al sencillo y la ocupación más digna para todo hombre libre". Marco Tulio Cicerón (106 - 43 a.C.), orador y político de la Antigua Roma.